Entre los procesos que llevamos a cabo en nuestra empresa de tratamientos térmicos de Guipúzcoa está el de recocido, para lo que es necesario recurrir a unos hornos de campana especiales. Decimos especiales porque han de reunir una serie de características que queremos resumirte en este post. Queremos empezar haciendo mención a los principales tratamientos térmicos que manejamos en esta industria. Son el recocido total, el recocido de esferoidización, el recocido para eliminación de esfuerzos el recocido de proceso, la normalización y el templado.  

En Industrias Térmicas Electrolíticas, S.A. recurrimos al proceso de recocido para suprimir esfuerzos residuales. En otras palabras, gracias al recocido se libera la tensión causada por las operaciones anteriores. Lo que se hace en el horno de campana es calentar y mantener a una temperatura adecuada el metal y después proceder con un enfriamiento controlado. Es básico hacerlo en una atmósfera controlada, que la temperatura se regule de forma automática y que la motorización se haga en tiempo real. Ha de llevarse también un registro automatizado de los procesos de recocido en su totalidad.  

Por lo general, los tratamientos térmicos mejoran la resistencia, la dureza y la durabilidad de los metales. Con el paso de los años se han ido ideando nuevos métodos para tratar los metales de forma más eficiente. En definitiva, con los tratamientos térmicos en Guipúzcoa como el recocido conseguimos aumentar la elasticidad de los metales y disminuir su dureza para facilitar su manipulación en la industria. El recocido se hace a una temperatura de entre 100 y 200 grados centígrados y el proceso puede llegar a durar hasta 100 horas.