Mucha gente considera que los tratamientos de metales poseen un fin meramente decorativo, pero, desde nuestra experiencia en tratamientos electrolíticos en Guipúzcoa, podemos confirmar que los objetivos de diseño y ornamentales no son los principales ni, mucho menos, los únicos.

La industria alimentaria exige, hoy por hoy, unas condiciones de higiene y limpieza que garanticen la perfecta desinfección y salubridad de todas las instalaciones por las que pasa el producto para no verse en ningún momento contaminado, desde el inicio de su producción hasta su puesta a disposición para el consumidor final. Por ejemplo, en la confección de un queso, atañe desde las salas de ordeño, las mesas de preparación, las salas de curado, las cámaras y expositores de un supermercado hasta las mesas de emplatado en un bar o restaurante. Es lo que se conoce como "trazabilidad del producto". Un descuido sanitario, de hecho, puede dar al traste con la comercialización del artículo en sí por únicamente una incidencia en cualquiera de las fases de manipulación.

Desde nuestra amplia experiencia en los tratamientos electrolíticos en Guipúzcoa, sabemos que la mayoría de los procesos a los que sometemos los metales, por encima de un componente estético, confieren a las superficies metálicas no solo una mayor facilidad de limpieza sino propiedades anticorrosivas. La dureza y resistencia a la abrasión y rayado que se consiguen los convierten en idóneos para garantizar la salubridad de las instalaciones.

Por ello, si tu actividad se desarrolla dentro del sector alimentario, nuestra recomendación desde Industrias Térmicas Electrolíticas, S.A. es que, a la hora de elegir o renovar tus instalaciones y bienes de equipo, te asegures de que los materiales metálicos y el propio acero cuenten con los tratamientos adecuados que les confieren dichas propiedades. Además de una estética limpia, los tratamientos electrolíticos aportan limpieza y desinfección.